Seguridad alimentaria y población
Uno de los principales objetivos de los esfuerzos
humanitarios y de salud mundial es la seguridad alimentaria, el acceso
material, social y económico a alimentos saludables y nutritivos que satisfagan
las preferencias y necesidades alimentarias de las personas, para una vida
activa y saludable.
Hoy en día los productores agrícolas producen más de
los requisitos calóricos requeridos por toda la población, no obstante, casi
mil millones de personas no cuentan con alimento suficiente para comer.
La inseguridad alimentaria proviene de la pobreza, el
subempleo, el racismo y otras inequidades sociales y económicas que tienen sus
raíces en el sistema social y la distribución de la riqueza. Muchos de estos
problemas se podrían resolver o mitigar a través de políticas y legislación
adecuada y cambios en el sistema alimentario.
La investigación apunta a varias formas de garantizar la
seguridad alimentaria para la población global sin recurrir a medidas de
control poblacional. Además de aumentos en la producción y disponibilidad de
alimentos saludables, se pueden mejorar las prácticas agrícolas, los sistemas de conservación de los recursos
naturales y la biodiversidad, realizar cambios en los cultivos y en las dietas
y reducir el desperdicio a lo largo de la cadena de suministro alimentario.
Para llegar a esa seguridad alimentaria es necesario garantizar un salario digno, llevar a cabo políticas e
incentivos que permitan que la gente con pocos recursos económicos tenga acceso
a los alimentos disponibles y que los agricultores implementen prácticas que
disminuyan el efecto de la agricultura en el medio ambiente, desarrollar sistemas
alimentarios y agrícolas que puedan adaptarse y ser resilientes frente al
cambio climático, dirigirnos hacia cambios sistémicos y significativos en la
manera en que producimos, distribuimos y consumimos los alimentos.
Es incomprensible que viviendo en un mundo donde se
pueden producir más alimentos de los que la población necesita, subsista el
problema del hambre. Esto es porque es un problema de pobreza, a pesar de que
hay capacidad de producir alimentos suficientes, las personas más pobres del
planeta no tienen recursos para adquirirlos.
La tecnología aplicada al bienestar general ayuda a
generar mejores condiciones de vida, así como una mayor protección al
planeta.
El control poblacional no es el problema, ni la
solución, para garantizar que la gente tenga alimentos hoy y en el futuro.
Fuente: publicación del 22 de noviembre del 2021 en Union of Concerned Scientists
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