“El significado de la causalidad genética”, Elliot Sober (1).
Partiendo de la explicación sobre las dos funciones
que poseen los genes, por una parte, un mecanismo de herencia y por otra, una
de las causas de los rasgos desarrollados por el organismo, Sober apoyándose en
ejemplos, analiza cómo el fenotipo del individuo depende no solo de la
transmisión genética fruto de la reproducción, sino también del desarrollo y aprendizaje
de este, con lo que la posibilidad de diferentes fenotipos, está condicionada por
diferencias genéticas, del entorno o ambas.
El conocimiento genético interviene en primer
lugar en el descubrimiento de qué genes contribuyen a qué rasgos o fenotipos,
posibilitando el control de genes que se transmiten, en segundo lugar a la
manipulación del entorno y en tercer lugar en la modificación de esos genes.
Cuando la aplicación de esto es médica, la
aceptación social es elevada, pero se pone sobre la mesa la posibilidad de que
si la ciencia puede convertir un fenotipo enfermo en uno sano, podría también intervenir
en el cambio de un fenotipo por causas ajenas a una enfermedad, con la
intención de mejorar rasgos y situar al individuo por encima de la media.
Para determinar el papel que los genes desempeñan
en el individuo, Sober plantea cuatro cuestiones:
1º. ¿Contribuyen los genes causalmente al rasgo?
2º. ¿Cuánto contribuyen los genes, en contraste
con el entorno, al rasgo?
3º. ¿Qué genes contribuyen a un rasgo?
4º. ¿Cómo contribuyen dichos genes a ese rasgo?
Las respuestas a estas preguntas serán diferentes
en función del rasgo sobre el que se plantean y la difícil respuesta, será
determinante para concluir si existe o no causalidad genética.
El avance de las ciencias biomédicas convive con problemáticas
sociales y éticas, las cuales se verían mitigadas si se logra establecer teorías
basadas en indicadores fiables y accesibles.
El análisis que hace Sober se podría hacer para
otros conceptos o resultados científicos, de forma que la sociedad y responsables
de toma de decisiones, como las administraciones públicas, dispusieran de conocimientos,
hechos, teorías y/o herramientas solidas, que no dieran lugar controversias o a un
debate subjetivo, condicionado por tendencias políticas, religiosas, culturales,
etc.
(1)
Sober, E. (2001) The meaning of
genetic causation. In A. Buchanan, D. Brock, N. Daniels & Daniel
Wikler, From Chance to Choice: Genetics and Justice. Cambridge: Cambridge
University Press; pp. 347-370 [versión en castellano (2002) Genética y
justicia, Madrid: Cambridge U.P., trad. de C. Piña, pp. 323-345]
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